domingo, 14 de junio de 2015

LUBINA SALVAJE RELLENA

LUBINA SALVAJE RELLENA DE BACON, PIQUILLOS Y QUESO




INGREDIENTES:

  • 2 lubinas grande (salen dos raciones de cada lubina).
  • 4 patatas.
  • 1 cebolla.
  • 4 tomates medianos.
  • ½ copa de vino blanco.
  • 8 pimientos del piquillo.
  • 8 lonchas de bacon.
  • 3 lonchas de queso.
  • 1 diente de ajo.
  • 4 hebras de azafrán.
  • 1 cucharada de tomillo.
  • Sal.
  • Pimienta molida.
  • Aceite de oliva.

REALIZACIÓN:

Pedimos a nuestro pescadero que nos limpie las lubinas y nos las abra en forma de libro.
Limpiamos las patatas, las pelamos y las cortamos en lonchas no muy finas. Picamos la cebolla en juliana y reservamos.
En una fuente de horno, ponemos las patatas y la cebolla, salpimentamos, echamos un chorro de aceite, un poco de tomillo y movemos bien con las manos para que se impregnen bien. Lavamos los tomates, les hacemos un pequeño corte en cruz en la parte superior y los juntamos con las patatas. Regamos todo por encima con la copa de vino.
Calentamos el horno a 190º y metemos la fuente unos 30 o 35 minutos para que se vayan haciendo las patatas.
En un vaso mezclador echamos el diente de ajo pelado y partido en varios trozos, un buen chorro de aceite de oliva, un pellizco de sal y las hebras de azafrán. Lo trituramos todo junto con la batidora hasta tener un aceite de ajo y azafrán. Reservamos.
Limpiamos bien el pescado y lo secamos.
Salpimentamos por dentro y con la ayuda de una brocha de silicona untamos un poco de aceite de ajo que teníamos preparado. Después vamos colocando una capa de bacon, otra de pimientos, otra de queso y por ultimo otra de bacon. Cerramos las lubinas y esperamos a que pase el tiempo de las patatas.
Unas vez pasado los 30 minutos, sacamos la bandeja del horno, ponemos el pescado encima de las patatas y untamos bien toda la piel con el aceite de ajo. Volvemos a meter la bandeja al horno, subimos la temperatura a 200º y las tenemos  unos 15 minutos. Este tiempo es relativo puesto que variara dependiendo de lo grande que sean las piezas de pescado. Estará en su punto cuando veáis que la piel se puede desprender fácilmente de la carne, en ese momento estará hecho.
No dejéis que el pescado se haga demasiado pues quedaría seco y no se podría apreciar bien el sabor tan rico de la carne de la lubina salvaje.
Servimos las raciones acompañadas de las patatas y del tomate asado, regándolo por encima con el jugo que nos queda en el fondo de la fuente.

Y listo, un estupendo plato de pescado con mucho sabor.

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